El Partido Socialista de Chile, tiene en su diversidad, ideológica y política, uno de sus mayores potenciales. La variedad de sus ideas es una fuente, insustituible, un motor poderoso en el desarrollo de la ideología y política partidaria, en su aporte a la sociedad chilena.
Su historia, su evolución nos habla de su capacidad de transformación, de aportes y gran compromiso en torno de su política nacional, organización social y económica.
En la política interna actual, en donde se manifiesta obviamente esta diversidad, la creciente necesidad de “Unidad”, la coyuntura de gobierno, las gigantes expresiones críticas de la ciudadanía, las demandas de renovación, (que en el presente están exigiendo los militantes) requiere, en su sentido más amplio, de un debate profundo y transparente en aras de un entendimiento, que traspase y cale profundamente toda la diversidad socialista y que orienten el accionar de todos y cada uno de sus militantes, en un esfuerzo común, dispuesto a guiar al partido a recuperar su liderazgo, a ser el referente popular histórico, e irrumpir como fuerza política y social indiscutible en la sociedad chilena.
La apremiante tarea de hoy, en tiempos adversos, con una derrota dolorosa, con un gobierno de derecha, en una mas menos desmembrada oposición, (más vale… en acomodo), es frenar el descalabro y el desbarate orgánico, que hoy corroe al partido. Trifulcas desmovilizadoras, nocivas, irracionales, en cuanto estas se enmarcan en un esquema de poder, solo por el poder y no en el sentido pluralista de una acción política común, unitaria, socialista y democrática. Para que aquello, no se transforme, clínicamente, en una “enfermedad” crónica e irreversible, interpone ante nosotros un legitimo y serio compromiso, de revertir concienzudamente, el Status Quo del presente.
Compromete, (valga la redundancia) a cada uno de nosotros ¡!!
Sin duda, es que debemos de entender y valorar las condicionantes de hoy, aspirar, destacar y fomentar el ideario Socialista, enriquecer, crear y formular formas de accionar.
Virtud y poderosa fortaleza son, sin duda, el reconocer que precisamente somos muchos, en consonancia con el socialismos chileno, que abrazamos ideas diferentes y diversas (pero nunca opuestas o irreversibles). En consecuencia, la situación política del partido, demanda plantear foros, debate, ir al encuentro de cierta armonía, sensibilidad en torno a la preciada y tan postergada unidad conceptual, programática que en definitiva guie al partido a recuperar su histórico lugar en la sociedad chilena.
Ahora, DEBERES y DERECHOS, son la base fundamental que cimienta, que dota de legitimidad el accionar orgánico partidario. “EL derecho a pataleo”, entre otros, la razón ADN, la razón ser de este partido, es el derecho esencial de cada uno de nosotros, de quienes abrazamos y confirmamos el ideario socialista y nuestra organización. Por ende, nuestro más significativo deber, es ser parte integra, comprometida, consecuente, participativa e incluyente en nuestro compromiso partidario
La columna vertebral del Partido Socialista de Chile son sus militantes, nucleados en comunales, regionales a lo largo y ancho del país, hoy somos, sin duda, el soporte interno más cercano, fraterno, estimulador, de apoyo mutuo, nuestro centro, que configura el universo de acción política, por lo tanto es ahí, justamente, donde debe concentrarse nuestro mayor esfuerzo, abriendo espacios de comunicación y reflexión hacia un derrotero común, inserto, siempre, en un programa pluralista y democrático.
Vivimos la antesala de un congreso, también la elección de nuestros dirigentes, periodo crucial para el futuro del partido. Es hoy cuando optamos y definimos el perfil y el camino a seguir. Es hoy, más que nunca, cuando se requiere de la participación de todos, es hoy cuando las inclinaciones teóricas deben abrirse en todo su contenido, es hoy cuando la palabra, el compromiso, la consecuencia deben distinguirse, es hoy cuando la diversidad debe manifestarse en todo su universo, en confianza, en fraternidad, de saberse individuos, militantes, con una identidad común, comprometidos con este partido y su legado histórico.
Es hoy el momento histórico en el cual la JUVENTUD del partido debe asumir su rol, visionario, ágil, vital, pronunciarse y cimentar el camino para el socialismo del siglo XXI.
Es hoy el momento ¡!!
Un saludo fraterno… compañeros…
Cristian Palestro Velásquez
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COLECTIVO DE IDENTIDAD SOCIALISTA
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